Entre cañones escarpados, montañas y acantilados de color rojizo se esconde Petra, la ciudad perdida de Jordania, declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO y una de las siete maravillas del mundo.
Petra fue edificada en el siglo VIII a.C. pero a partir del siglo VI a.C, bajo el dominio de los nabateos, alcanzó su máximo desarrollo debido a su ubicación en medio de una importante ruta comercial. A partir del siglo VI d.C, cuando estas rutas comenzaron a cambiar, la ciudad quedó abandonada y olvidada. Mucho tiempo después, en el año 1812, fue redescubierta por el suizo Johann Ludwig Burckhardt.
1. Petra fue esculpida, no construida
Petra no fue construida sino excavada y esculpida en piedra arenisca rosada. De ahí el significado de su nombre: ‘Petra’ proviene del griego πέτρα que significa ‘piedra’. La naturaleza de esta roca arenisca permitió a sus habitantes edificar la enorme ciudad. Además, crearon un sistema de canales y cisternas que facilitó el abastecimiento de agua. Los canales esculpidos directamente en la roca eran recubiertos de una pasta resistente al agua y contaban además con otra red de cañerías cerámicas.
2. El 80% de la ciudad de Petra permanece bajo tierra
La mayor parte de Petra todavía se encuentra oculta bajo tierra. A partir del siglo VI d.C, el cambio de rutas comerciales, las tormentas de arena, inundaciones y terremotos que azotaron la región, provocaron el abandono de Petra. Hoy sólo el 20% de la ciudad es visitable, aunque las excavaciones continúan desenterrando edificios.
3. Nació como una ciudad funeraria
En los inicios, los habitantes de Petra vivían en jaimas o carpas, ya que gran parte de los edificios excavados eran tumbas o fosas, que variaban en diseño, tamaño y ornamentación según la condición social del fallecido. Por ello, los nabateos la bautizaron como “la ciudad para el día de mañana”. La tipología de tumbas talladas en la roca tiene su origen en el complejo de Naq i-Rushtan, la necrópolis de los reyes aqueménidas cercana a Persépolis, en el actual Irán.
Además, se sabe que los nabateos tuvieron muy en cuenta los movimientos del sol y otros acontecimientos astronómicos. Esto se evidencia, por ejemplo, en la tumba de la Urna cuya puerta se alinea con el sol durante los equinoccios y durante los solsticios el sol ilumina las esquinas interiores del edificio.
4. Los nabateos la llamaban «Raqmu»
Petra alcanzó su máximo esplendor cuando fue ocupada por la civilización nabatea. Los nabateos fueron un pueblo nómada árabe que habitó Oriente unos siglos antes de la llegada de la islamización. El esplendor del reino de los nabateos fue alrededor del siglo I a.C. Por su ubicación estratégica, “Raqmu”(piedra) era un punto de intercambio de comercio de caravanas. Esto la convirtió en una ciudad rica y próspera. Hasta siete rutas confluían en la ciudad del desierto, desde donde se distribuían los productos hacia Alejandría, Jerusalén, Damasco, Apamea y otras ciudades. Las mercancías que circulaban (seda, incienso, mirra y especias) debían pagar altas tasas.
5. Tuvo una fuerte influencia romana
La antigua ciudad de Petra fue conquistada por los romanos en el año 63 a.C, debido a ello pueden verse algunas edificaciones características como las enormes columnas de la Vía de las Columnas, que unía los principales espacios públicos de la ciudad, o el Teatro de Petra, que en realidad fue refaccionado y perfeccionado por los romanos, pero construido inicialmente por los nabateos. Los estudios ponen de manifiesto que la ciudad monumental corresponde básicamente a la época imperial romana.
Petra es un lugar enigmático y lleno de misterio. Si estás planeando un viaje a Oriente Medio, no dudes en incluir Jordania en tu itinerario. Puedes consultar la web de Grandvoyage para elegir la opción que más te convenga. Los secretos milenarios de Petra esperan por nosotros.
