La celebración de fin de año es un evento global, una época de ilusión y entusiasmo que marca el cierre de un ciclo y el comienzo de otro. Existe una amplia variedad de festividades y costumbres para celebrar la entrada de un nuevo año, cada una con su propio significado y simbolismo, que varían según la cultura y la región. A continuación te contamos cómo se celebra el fin de año alrededor del mundo y algunas de las tradiciones más populares de distintos países.
Romper platos en Dinamarca
Una de las costumbres de fin de año más populares en Dinamarca es romper platos antiguos contra las puertas de amigos y familiares.
Los daneses que participan en esta costumbre, cogen platos y los lanzan contra las puertas de sus seres queridos. Se cree que este gesto simboliza la renovación y la creación de nuevos lazos para el próximo año, ya que se desechan las malas energías para dar paso a un nuevo comienzo.
El primer amanecer del año en Japón
También conocida como «Hatsuhinode», se trata de una costumbre muy arraigada en Japón que consiste en presenciar el primer amanecer del año nuevo. El término «Hatsuhinode» se traduce literalmente como «el primer amanecer del año».
Se trata de una tradición con un gran simbolismo. En el país nipón se cree que presenciar la salida del sol el primer día del año trae buena suerte. Además, a menudo, los japoneses eligen lugares especiales, como montañas o miradores, para disfrutar del primer amanecer del año. Si estás pensando en viajar a Japón para fin de año, no dudes en despertarte temprano para admirar el primer amanecer. Será una experiencia que no podrás olvidar.
Las doce uvas en España
A pesar de que no es una costumbre exclusiva del país, comer las doce uvas de la suerte en fin de año es una de las tradiciones más emblemáticas de España. Los orígenes de esta práctica se remontan al siglo XIX y consiste en comerse una uva con cada campanada del reloj, justo a la medianoche, representando así los doce meses del año.
Se dice que quien logra comerse las doce uvas antes de que termine la última campanada del reloj, tendrá buena suerte durante los doce meses del nuevo año. Algunas personas incluso creen que hay que pedir un deseo con cada una de las doce uvas.
Los toritos de Pucará en Perú
Los toritos de Pucará son dos figuras de barro en forma de toro. Estas figuras son originarias de la región de Pucará, en la zona montañosa del sur del país.
Mayoritariamente en la región de los Andes, sobre todo en Cuzco y en Puno, es habitual que, en fin de año, las familias coloquen los toritos de Pucará en los techos de las casas. Estas figuras tienen un profundo simbolismo cultural y están vinculadas a la fertilidad, la protección, el equilibrio y la buena suerte. Se cree que pueden ahuyentar el mal y atraer la prosperidad para recibir el nuevo año con protección y positividad.
El beso de medianoche en Estados Unidos
Entre las numerosas tradiciones estadounidenses de fin de año, destaca el beso de medianoche. Es habitual que muchas personas compartan un beso la medianoche del 31 de diciembre. Se trata de un gesto de amor y afecto hacia los seres queridos. A pesar de que esta tradición se tiende a asociar a las parejas románticas, también es común que las personas se den un beso con sus amigos cercanos, o incluso familiares.
Nueva York es uno de los mejores lugares para recibir el Año Nuevo. Muchas parejas celebran el fin de año compartiendo su beso de medianoche en Times Square durante el descenso de la famosa bola de cristal.
Ofrendas a Yemanjá en Brasil
Una de las maneras más características de celebrar el fin de año en las zonas costeras de Brasil, especialmente en ciudades como Salvador, Río de Janeiro y Recife, es yendo a la playa. Esto permite a los brasileños hacer ofrendas a Yemanjá, considerada la diosa del mar y la maternidad.
Durante estas ceremonias, se ofrecen diversos regalos a Yemanjá como símbolo de agradecimiento. Estos regalos pueden incluir flores, velas, perfumes, y joyas, entre otros. Habitualmente, los brasileños también incluyen mensajes y deseos que meten en botellas y arrojan al océano para hacérselas llegar a la diosa del mar.
