Jordania esconde paisajes naturales fascinantes y enigmáticos yacimientos arqueológicos. Además de la ciudad perdida de Petra, podremos explorar otros atractivos únicos como Áqaba, una ciudad portuaria en la costa del Mar Rojo. Esta ciudad es un destino turístico popular debido a sus playas de arena rojiza, aguas cristalinas, arrecifes de coral y sus excelentes instalaciones turísticas e historia rica y fascinante.
Historia de Áqaba
La ciudad de Áqaba fue fundada en el siglo X a.C. durante el reinado del rey Salomón. En la antigüedad, Aqaba era un importante puerto comercial y de tránsito en la región, ya que estaba ubicado en la intersección de las rutas comerciales entre Asia, África y Europa. La ciudad fue gobernada por varias potencias regionales, como los nabateos, los romanos, los bizantinos, los árabes y los mamelucos.
Los nabateos gobernaron Aqaba desde el siglo III a.C. hasta el siglo I d.C. Durante su reinado, la ciudad prosperó como un importante puerto comercial en la Ruta del Incienso, que era una ruta comercial que conectaba Arabia con el Mediterráneo a través del Mar Rojo.
Durante la época romana, Áqaba se convirtió en un gran puerto militar y de tránsito. Los romanos construyeron un gran anfiteatro, un templo y un puerto para la ciudad. Durante la Edad Media, Aqaba se convirtió en un importante puerto de la dinastía islámica omeya, que gobernó el área en el siglo VII d.C.
En el periodo otomano, Áqaba fue un puerto comercial influyente en el Mar Rojo. Los otomanos construyeron un fuerte en la ciudad para protegerla de los invasores europeos.

Encanto natural
En un viaje a Áqaba podremos disfrutar de una gran cantidad de actividades acuáticas, como buceo, snorkel, esquí acuático, parasailing, windsurfing y paseos en bote. Además, la ciudad es un lugar ideal para relajarse en la playa, tomar el sol y disfrutar de la belleza natural del Mar Rojo.
Áqaba es también un importante destino turístico por sus atracciones históricas, como el castillo Mamluk del siglo XIV, que fue construido por los mamelucos para proteger la ciudad de los invasores. El Fuerte Áqaba, que data del siglo XVI, es otra atracción turística popular que ofrece vistas impresionantes de la ciudad y el mar.
Los visitantes pueden disfrutar de la deliciosa cocina jordana y explorar los mercados locales y bazares, donde se pueden comprar especias, artesanías y recuerdos. La ciudad también es un excelente lugar para disfrutar de la vida nocturna, con bares y discotecas que ofrecen entretenimiento para todos los gustos.
